BODEGÓN DEL CARDO de Sánchez Cotán

 El museo de BBAA de Granada custodia el que está considerado como el mejor bodegón español, el famoso bodegón de Sanchez Cotán.  Está disponible para cualquier interesado en la pintura de naturalezas muertas pero digamos, que este cuadro en únicamente es una excusa (como si hiciese falta…) para visitar el museo. El emplazamiento en la planta superior del Palacio de Carlos V es privilegiado para el visitante aunque quizás no tanto para el propio museo. Desde esa 2ªplanta podrá disfrutar de una perspectiva de la galería y del patio excepcional y recomendamos que utilice las dos impresionantes escaleras, donde verá una auténtica maravilla arquitectónica.

 

 

                               

 Independientemente del edifico, la colección del museo es sencillamente espectacular, desde el Indaco hasta Alonso Cano, o desde Pedro de Raxis a Rusiñol…  pero en esta ocasión nos fijamos en Juan Sánchez Cotán, autor toledano y gran maestro de bodegones.

 El que se conserva en Granada, está considerado como el mejor bodegón español y lo traemos aquí para que no deje de visitarlo.

 

 

                                

 

Sigue el esquema de los otros  bodegones del autor que se han conservado (pudieran ser 7 en total,  si se acepta la atribución de un bodegón al mismo autor), con un punto de visión elevado por parte del espectador que permite ofrecer más volumen de las piezas representadas.

 

 

                                  

La composición en una ventana o una alacena dando un marco arquitetónico a la naturaleza muerta es común en ellos. La luz tangencial iluminando el cardo o las zanahorias para destacar los detalles más sencillos resaltado todo con la oscuridad del interior,  y la diagonal compositiva de izquierda a derecha culminando con el famoso cardo son sublimes. El trampantojo de las zanahorias ya casi pasadas…Con unos elementos tan sencillos   el autor consigue que nos fijemos en los detalles de tal manera que olvidemos  la austeridad de lo representado, esa es la grandeza de esta obra, lo místico.

Viene al caso la anécdota de la antigua Grecia y la famosa  disputa entre Zeuxis y Parrasio quienes competían por representar fielmente la realidad.  Zeuxis pintó unas uvas tan aparentemente reales que unos pájaros acudieron a ellas a picarlas, totalmente convencidos de la existencia de las uvas, mientras que Parrasio pintó una tela y Zeuxis quiso apartarla para ver el cuadro. Evidentemente el ganador fue Parrasio

 

 

                                

  La representación de las naturalezas muertas se encontraba ya en el mundo egipcio como complemento a las pinturas murales de las tumbas pero nunca con un protagonismo especial. Hubo que esperar hasta el s. XVI para que este tipo de obras adquirieses su independencia y tomasen su importancia. La reforma protestante liberó, en cierta medida, a los autores al disminuir el patrocinio de la iglesia de las obras de arte por lo que se produjo un desarrollo técnico y cuantitativo  de estas naturalezas muertas. Se ven las diferencias entre los bodegones centro europeos protestantes y los del sur católico. La abundancia-riqueza de productos es mayor en el ámbito protestante mientras  que los del sur católico, digamos que son más “ascéticos”…Una clase pudiente en el norte que desea bodegones abundantes y unos más religiosos en el sur con ideas de trascendencia del paso del tiempo en las cosas, lo humano y lo pasajero…


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