JOSE GUERRERO

La brecha de Viznar,  “yo quise un poco como abrir una brecha… porque siempre he estado un poco fascinado con abrir una ventana nueva, abrir un camino, abrir una brecha…. ha sido una obsesión para mí […] aquella diagonal me ha servido mucho después, he pintado muchos cuadros con ella… he sacado muchos cuadros de ese cuadro”

CENTRO JOSE GUERRERO

Situado en le centro de Granada, al lado de la Capilla Real (calle Oficios), el centro Guerrero pasa normalmente inadvertido para la mayoría de los visitantes de la ciudad al igual que para los propios lugareños. Desde aquí, le damos tres razones de diferente índole para entrar y pasar un rato agradable.

 La primera razón es la obra de Jose Guerrero, pintor granadino de trascendencia internacional aunque poco conocido por el gran público. Nacido en 1914, se formó en Granada, París, Nueva York, o lo que es lo mismo, se impregnó de la luz y el color del sur, conoció a Picasso, Miró en París y formó parte de la Escuela de Nueva York como Rothko, Still, Newman…

Sus propias palabras:

Yo me fui voluntariamente. Nunca fui un hombre perseguido. A mí lo que me interesaba era ir adonde estuviera el arte de mi tiempo», afirmó una vez el pintor.

 

                                 Rothko

 

                                              Newman

 

 

 

 

   Comenzó con unas obras figurativas y concluyó con el expresionismo abstracto. A su regreso a España,1965, Guerrero formo parte del  grupo de Cuenca con Torner, Fernando Zóbel… y  participó en el Museo de Arte Abstracto donde en su inauguración ya tenía sus obras Barrera con Rojo y Ocre y Rojo Sombrío.  

 

 

 

 

 

  La segunda razón para visitar el Centro Guerrero es una cuestión de arquitectura. El edificio en su origen era el taller donde se imprimía el diario Patria. Después de haber estado cerrado bastantes años, fue magníficamente rehabilitado como centro cultural por Antonio Jiménez Torrecillas donde se aprecia la elegancia y la importancia de luz. Si le interesa este arquitecto, le recomendamos también la Rehabilitación de la muralla de San Miguel Alto (ojo, no está en el centro…), o la estación de metro Alcazar Genil.

 

 

 

 

  La tercera razón, es muy simple. Desde la última planta del centro, podrá ver una vista sorprendente de las cubiertas del Sagrario y Capilla Real, pero sobre todo, cuando ponga un pie en el centro verá como hay muchas más razones para no perderse este pequeño pero extremadamente agradable lugar y la obra del gran Guerrero.

 

 

 

         Vídeo realizado para el 20 aniversario del museo


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